El reinado de Isabel II (1833-1868)

 
En el reinado de Isabel II se distinguen dos etapas. La primera es la de las regencias de María Cristina (1833-1840) y Baldomero Espartero (1840-1843), a la que siguió la del reinado efectivo de la hija de Fernando VIl. Algunos de los ejes políticos que condicionaron todo el período fueron la complicada dialéctica entre moderados y progresistas, la reivindicación carlista y el papel preponderante del ejército.

Partidos y dinámica política

La ideología liberal o liberalismo fue la corriente política mayoritaria en España durante el período isabelino. Dentro del liberalismo pueden distinguirse dos grandes tendencias: la moderada y la progresista. Sus diferencias internas en ocasiones provocaron escisiones, como la del Partido Demócrata (1849) en el sector progresista. Por otra parte, la voluntad de converger hacia postulados moderados y progresistas dio lugar a la formación Unión Liberal (1854). 


Los partidarios del liberalismo moderado formaban parte de los sectores burgueses industriales beneficiados por las desamortizaciones, la aristocracia latifundista, los comerciantes, los financieros y los militares de alta graduación. El liberalismo moderado contó con el claro apoyo de la Corona. Defiendía una soberanía compartida entre esta y las Cortes, con amplias atribuciones políticas para el monarca, como la posibilidad de destituir al jefe del Gobierno, disolver las cámaras del Parlamento y ejercer el veto. Además, era partidario de un sufragio censitario altamente restrictivo.


El liberalismo progresista, integrado por la pequeña burguesía, los artesanos y los militares de menor rango, reivindicaba la soberanía nacional directa en asuntos políticos. Defendía un sufragio censitario menos restrictivo que el de los moderados, la libertad de imprenta y la formación de milicias del orden público.


En 1849, los sectores más radicales del progresismo fundaron el Partido Demócrata. Esta formación, influenciada por el krausismo, defendía el sufragio universal masculino y políticas de laicización del Estado. como el alejamiento de la Iglesia del ámbito de la educación y las desamortizaciones de bienes eclesiásticos. Igualmente, propugna los derechos individuales y la libertad de prensa. 


La Unión Liberal fue un proyecto político impulsado en su origen por el general Leopoldo O'Donnell, a partir de 1854. Como resultado de la confluencia de ideas moderadas y progresistas esta formación defendía la armonización de los conceptos de libertad y orden para renovar la política de España.


Durante la época isabelina, la vida política estuvo determinada, en términos generales, por la inestabilidad, como pusieron de manifiesto la escasa duración de los Ejecutivos y la constante intervención de la Corona y del ejército en el nombramiento y la destitución de los Gobiernos. Entre 1833 y 1868 se sucedieron más de cincuenta Gobiernos. En estos cambios influyó mucho más la decisión del monarca de reemplazar a los presidentes que los equilibrios parlamentarios derivados de los resultados electorales. 


En este sentido, con el apoyo de la Corona al liberalismo moderado y un sistema electoral restringido, corrupto y afectado en gran medida por redes caciquiles, el liberalismo progresista solo tuvo la posibilidad de acceder al poder cuando el descontento popular cristalizó en revueltas y pronunciamientos militares, gracias al hecho de que muchos altos mandos militares, en un contexto de guerras contra el ultraconservadurismo del carlismo, eran partidarios de los progresistas.

 



Comentarios

Entradas populares de este blog

La regencia de María Cristina (1833-1840)

La regencia de Espartero (1840-1843)